lunes, 24 de junio de 2024

MELÓN

Cucumis melo 


Es el fruto de la melonera, planta herbácea de tallo rastrero de la familia de las cucurbitáceas. Su forma es normalmente redonda u ovalada con cáscara lisa o reticulada. La pulpa puede ser blanca, amarilla, cremosa, anaranjada, asalmonada o verdosa.

Existen cientos de variedades de melón, que se reconocen según su forma, color, sabor, lugar de origen y mejoras genéticas. Las más conocidas y consumidas en España son: Futuro, Categoría, Piel de sapo, Tendral, Money Dew, Galia, Charentais y Cantaloupe.

Estacionalidad

Es un fruto de verano, desde julio hasta septiembre, y la época en que se cosechan los melones cultivados al aire libre, cuidando que el fruto esté completamente maduro y haya desarrollado el sabor y aroma dulce tan particular.

En los meses de invierno, de noviembre a enero, se puede degustar el melón Tendral.



sábado, 20 de noviembre de 2021

NABO

 

Brassica rapa L. Familia: Brassicaceae

EL HERMANO DE LOS GRELOS

Con el nombre de nabo se conoce a la raíz de la planta del mismo nombre, perteneciente a la familia de las crucíferas. A diferencia de la patata, se trata de una raíz de tipo tuberoso (engrosada) y no de un tubérculo. Los hay de forma esférica, cilíndrica y cónica. Por fuera son de color blanco o rojizo, aunque su interior es siempre blanco o amarillento.

Historia

Se cree que el nabo es oriundo de Europa, aunque también se ha propuesto como posible origen, Asia Central. Parece ser que este fue la base de la alimentación de las tribus primitivas que poblaron Europa. Hace casi cuatro milenios se cultivó por vez primera y, con posterioridad, fue muy apreciado por griegos y romanos. Ambas civilizaciones desarrollaron nuevas variedades a partir del «nabo silvestre».

Durante la Edad Media, el nabo constituyo uno de los alimentos de mayor relevancia. Se consumió casi a diario en Alemania hasta que se vio desplazado por la patata cuando, en el siglo XVIII, ésta llego a Europa procedente de América. A partir de la Revolución Francesa se cultivaron mas patatas y menos nabos en Europa hasta llegar a convertirse en un alimento casi olvidado. No obstante, tanto la raíz como las hojas del nabo están volviendo a cobrar protagonismo en nuestros días tras conocerse mejor su composición y propiedades.

Estacionalidad

Debido a las variedades de nabos existentes hoy día, se pueden comprar en cualquier época del año, pero es en otoño cuando cobran mayor presencia en nuestros mercados.

Porción comestible

73 gramos por cada 100 gramos de producto fresco.

Fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas

Vitamina C y fitonutrientes.

Valoración nutricional

Los nabos son alimentos con bajo contenido energético; su alto contenido en agua y bajo contenido en macronutrientes, así lo determina.

El nabo contiene cantidades apreciables de diversos micronutrientes (vitaminas y minerales), es fuente de vitamina C. El consumo de 100 g de nabo cumple el 47% de las ingestas diarias recomendadas de dicha vitamina para la población de estudio. La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y los folatos contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas.

Al igual que en otras crucíferas (rábano, coles de Bruselas, coliflor, lombarda, etc.), en su composición destaca la presencia de fitonutrientes del grupo de los glucosinolatos / isotiocianatos / indoles.

A pesar de sus propiedades beneficiosas, el nabo contiene sustancias bociógenas que, en personas con predisposición, pueden producir inflamación de la glándula tiroides, impidiendo de esta forma la asimilación del yodo..


 

Información nutricional por 100 gramos de porción comestible:

Principio

Valor

Unidad

Energía

32

Kcal

Hidratos de carbono

5

g

Fibra dietética

4,3

g

Lípidos totales

0,3

g

Proteínas

0,8

g

Agua

91,10

g

Vitaminas

Vitamina B1 – Tiamina

0,05

mg

Vitamina B2 – Riboflafina

0,05

mg

Vitamina B3 – Niacina

0,8

mg

Vitamina B6 – Piridoxina

0,11

mg

Folatos

20

µg

Vitamina C

31

mg

Electrolitos

Potasio

240

mg

Sodio

58

mg

Minerales

Calcio

59

mg

Hierro

0,4

mg

Magnesio

8

mg

Yodo

20

μg

Zinc

0,08

mg

Fósforo

34

mg

Selenio

0,01

μg

 

RECETA

TERRINA DE ESPINACAS

martes, 14 de julio de 2020

ACELGA


NOMBRE CIENTÍFICO: beta vulgaris var. cycla.

FAMILIA: quenopodiáceas.
Es una planta herbácea con hojas de color verde brillante y peciolos blancos y carnosos, llamadas pencas. Forma raíces pequeñas y leñosas. La parte comestible de la acelga es la hoja y la nerviación central, engrosada y carnosa, de la hoja. Algunas variedades se cultivan como ornamentales.
Las acelgas, oriundas de Asia, se consumen desde la antigüedad, pues los asirios ya las cultivaban en el año 800 a. C. Los romanos las preparaban en sopas junto con otras verduras. Su cultivo es tradicional en las regiones costeras de Europa y norte de África, bañadas por el mar Mediterráneo, y dotadas de un clima templado.
El número de variedades cultivadas es muy escaso. Su clasificación se establece en función del color, el tamaño de sus hojas y peciolos o pencas, el grosor de la penca y la recuperación rápida en el corte de las hojas. Las más conocidas, cultivadas y apreciadas por su calidad y gusto son:
          *          Amarilla de Lyon: de hojas grandes, onduladas, de color verde amarillento claro, y penca de color blanco muy desarrollada, con una anchura de hasta 10 cm.
            Son las de mayor comercialización.
          *       Verde con penca blanca Bressane: hojas muy onduladas, de color verde oscuro y pencas muy blancas y anchas, con una anchura de hasta 15 cm.
Estacionalidad
Su temporada de recolección y mejor época de consumo se produce de octubre a abril; a veces la temporada se prolonga en los meses de mayo, junio y septiembre.
VALORACIÓN NUTRICIONAL
La acelga es un alimento de alto valor nutritivo y bajo aporte calórico. Constituye un excelente aporte de fibra soluble que favorecen el tránsito intestinal y previenen el estreñimiento. Son muy ricas en vitaminas y minerales. Aportan cantidades muy significativas de yodo (una ración equivale al 44% de las ingestas recomendadas -IR- al día  en hombres, y al 56% en mujeres); hierro (53% de las IR/día en hombres y 29% en mujeres); magnesio (35% de las IR/día en hombres y 38% en mujeres) y algo inferiores de potasio (28% de las IR/día) y de calcio (20% de las IR/día). Por su alto contenido en calcio, la acelga debería de ser un alimento a incluir con regularidad en la dieta de personas mayores, embarazadas, niños en crecimiento y deportistas; si bien, es preciso recordar que las personas con tendencia a padecer cálculos renales de oxalato cálcico deben consumirlas con moderación, por su alta composición en éstos.
Entre su contenido vitamínico cabe destacar la presencia de folatos (aportes de una ración, equivalentes al 61% de las IR/día de esta vitamina en hombres y mujeres); vitamina C (58% de las IR/día); vitamina A —equivalentes de retinol— (32% de las IR/día en hombres, 40% en mujeres) y niacina (18% de las IR/día en hombres, 25% en mujeres). También presenta una importante cantidad de luteína, caroteno sin actividad provitamínica A, que actúa como protector frente al desarrollo de cataratas en la edad avanzada. Además, el nivel en sangre de luteína también se ha relacionado inversamente con el riesgo de padecer infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
Ayudan en caso de anemia – Contienen más hierro que las espinacas (aportan 2,7 mg por cada 100 g de alimentos). Combinado con sus pequeñas dosis de cobre (80 µg) se convierten en buenas aliadas frente a la anemia.
Ligeras pero nutritivas – A pesar de ser poco calóricas, aportan gran cantidad de nutrientes. Por ejemplo, contienen mucho calcio, potasio y fósforo. Además, siempre que no se cuezan en exceso, resultan muy ricas en vitaminas A, C y del grupo B.
Preparación sencilla – Se suelen comer cocidas al vapor o hervidas ligeramente y aliñadas con un chorrito de aceite de oliva. También son ideales para añadir en cremas de verduras.
CON OTRAS VERDURAS Son idóneas como envoltorio para preparar rollitos de verduras.
TORTILLA DE ACELGA PERICOLEA – Se pelan un par de patatas, se lavan y se cortan a trozos. Se pelan un par de ajos y se cortan a láminas. Se introducen junto con las patatas en una sartén con aceite caliente y se dejan cocer a fuego suave. Si los trozos de patata resultan muy grandes, a medida que se van reblandeciendo se parten con la misma rasera. Esto hará que las patatas queden más jugosas. Cuando queden unos 5 minutos para terminar, añadir aproximadamente la mitad de un tarro de acelgas cocidas y pochar junto con las patatas y los ajos. Mientras, batir 4 a 5 huevos (según el tamaño, hasta 6) en un bol. Incorporar el contenido de la sartén y añadir un poco de leche, salpimentar al gusto (se pueden añadir hierbas aromáticas), mezclar todo bien y verter sobre la sartén en la que hemos cocido las acelgas y a la que hemos retirado el exceso de líquido que haya podido quedar. Dejar cuajar la tortilla por un lado a fuego lento. Cuando se vea un cierto grado de cuajado, dar la vuelta a la tortilla con ayuda de un plato y poner otra vez en la sartén, dejando un rato más a fuego lento hasta que termine de cuajar la tortilla, procurando que quede jugosa.
Valor nutricional por 100 g de acelgas:
Principio
Valor
Unidad
Energía
41
kcal
Hidratos de carbono
4,5
g
Proteínas
2
g
Grasa total
0,40
g
Fibra dietética
5,6
g
Agua
87,5
g
Vitaminas
Vitamina A (Eq. Retinol)
183
μg
Vitamina B1 (Tiamina)
0,07
mg
Vitamina B2 (Riboflavina)
0,06
mg
Vitamina B3 (Eq. Niacina)
2,1
mg
Folatos
140
μg
Vitamina C
20
mg
Vitamina E
0,03
g
Electrolitos
Sodio
147
mg
Potasio
550
mg
Minerales
Calcio
113
mg
Hierro
3
mg
Iodo
35
mg
Magnesio
71
mg
Fósforo
40
mg
Selenio
0,9
μg
Zinc
0,02
mg