jueves, 27 de diciembre de 2018

JUDÍA VERDE



La fama de saludable de esta verdura es bien merecida: no solo resulta ligera y depurativa sino que enriquece la dieta con sus abundantes minerales y vitaminas. En la cocina su versatilidad invita a descubrir sus numerosas posibilidades.
Como la mayoría de las verduras, es baja en calorías, rica en fibra y vitaminas y posee un alto contenido en agua. ¿Qué es lo que la hace especial? Dos cosas básicamente: Al ser rica en potasio y baja en sodio resulta ideal para eliminar el exceso de líquidos: por otra parte, contiene una cantidad apreciable de yodo, básico para el funcionamiento de la tiroides., Además, es muy digestiva y rica en betacarotenos.
Cambio de costumbres Si se cuecen más de la cuenta pierden sus valiosos nutrientes. Una forma de hacerlas es: escaldarlas enteras 4 minutos, trocearlas y saltearlas; añadir un huevo y tapar la sartén para que se acaben de cocer. Se obtiene un huevo a la plancha en el que el huevo es el “vestido” y las judías son el “estampado”.
O en ensalada tibia Hervirlas, mezclarlas con unos mejillones en escabeche y aliñar con una vinagreta de cítricos preparada con una parte de naranja, dos de limón y dos de aceite de oliva.
RECETA: JUDÍAS CON POLLO
Valor nutricional por 100 g:

Principio
Valor
Unidad
Energía
31
kcal
Hidratos de carbono
6,97
g
Azúcares
3,26
g
Fibra dietética
2,7
g
Proteínas
1,83
g
Grasa total
0,22
g
Agua
90,32
g
Vitaminas
Vitamina A (Retinol)
35,0
μg
Vitamina B6
0,141
mg
Vitamina C
12,2
mg
Vitamina K
14,4
μg
Electrolitos
Sodio
-
mg
Potasio
211
mg
Minerales
Calcio
37
mg
Hierro
1,03
mg
Magnesio
25
mg
Manganeso
0,216
mg
Fósforo
38
mg
Zinc
0,24
mg

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