Allium
Sativum L. ssp. Sativum. Familia: LILIÁCEAS
Parte de la planta de uso médico: El bulbo
Denominación farmacológica:
Bulbo
= Allii sativi bulbus (antes: Bulbus Allii sativi)
Sustancias activas:
Alicina.
Con propiedades antibióticas: se desarrolla bajo la acción de un fermento a
partir de aliina.
Vitaminas:
A
y B1, amida del ácido nicotínico y C.
Hormonas.
Actúan
de forma similar a las hormonas masculinas y femeninas.
Otras
sustancias. Fermentos, Colina, Ácido hidrorodánico y Iodo.
Botánica y Consejos de recolección
Ajo. Botánica - Preparar un Prezzi con la botánica
de la planta.
MANTENER LA SALUD DEL CORAZÓN
El
ajo ocupaba ya un destacado lugar en la alimentación de los egipcios y de los
hebreos. Los egipcios llegaron incluso a elevarlo al rango de divinidad. Se
utiliza con fines medicinales desde hace más de 5.000 años. Según nos cuenta
Herodoto, a los trabajadores que construían la pirámide de Keops les daban de
comer ajo, cebolla y rábanos para que se mantuvieran sanos y fuertes.
Fenicios,
griegos, romanos y germanos valoraban en esta especie tanto sus propiedades
culinarias como medicinales.
Acción curativa y uso
El
ajo es eficaz en los procesos fermentativos del intestino, con los fenómenos
flatulentos que les acompañan y los dolores espásticos (espasmódicos). La alicina
es la responsable de esta acción debido a sus propiedades antibióticas. Sin
embargo, en el ajo crudo sólo está presente la aliina inactiva que se transforma en alicina por la acción de un
fermento. A partir de ésta, y en presencia de oxígeno, se desarrolla el típico
olor a ajo. Además de este efecto, el ajo posee propiedades carminativas y
coleréticas (eliminación de bilis).
Equilibra la presión arterial – Está
más que confirmado el poder del ajo para reducir la hipertensión, gracias a su
contenido en alicina y a su poder vasodilatador.Esta
especie es asimismo vasodilatadora y relajante, especialmente de los vasos de
las piernas, aunque también de los del fondo del ojo y el cerebro, con lo que
los tejidos que estos riegan reciben mayor alimentación y evitan de este modo
un “envejecimiento” prematuro.
Reduce el colesterol – El
ajo reduce los niveles de colesterol malo y de triglicéridos.El
ajo disminuye el nivel de colesterina en la sangre, reduce la agregación
plaquetaria y aumenta sensiblemente la actividad fibrinolítica. Estos dos
efectos conjugados le confieren propiedades antitrombóticas. Gracias a su
actividad hipolipemiante e hipocolesteromiante, previene igualmente la
arteriosclerosis y los accidentes vasculares asociados a la misma.
Por
lo tanto, el ajo contribuye a mejorar la circulación sanguínea y de ahí su
acción beneficiosa sobre la hipertensión arterial. También ayuda a mantener los
niveles normales de colesterol.
Protector de enfermedades neurodegenerativas
– El
ajo contiene un carbohidrato llamado FurArg,
que se ha visto que promueve la producción de antioxidantes y protege el
cerebro de enfermedades neurológicas y del envejecimiento.
En trabajos realizados recientemente se ha demostrado que no sólo es bacteriostático, sino que también es antifúngico y un buen desinfectante intestinal.
En trabajos realizados recientemente se ha demostrado que no sólo es bacteriostático, sino que también es antifúngico y un buen desinfectante intestinal.
En
resumen, aunque no puede considerarse que el ajo sea un remedio para enfermedades
concretas, sí puede afirmarse que es eficaz contra los trastornos
gastrointestinales; sirve para la prevención y tratamiento de los procesos de envejecimiento
del sistema vascular (arteriosclerosis) y para reforzar el tratamiento de las
alteraciones del sueño, la hipertensión, la debilidad general y la disminución
del rendimiento. Además, es un gran
desintoxicante que ayuda a depurar toxinas.
¿Cómo se utiliza el ajo? – Las opiniones varían:
unos creen que sólo es eficaz en crudo, mientras que otros lo rechazan tratando
de evitar que se desprenda olor a ajo en su consumo. En la farmacia encontramos
diversos preparados que tratan de evitar este problema de olor, pero, si alguien
quiere comer ajos crudos, puede considerar una dosis adecuada tomar 1 diente de
ajo 2 ó 3 veces al día.
Algunas presentaciones farmacéuticas - Las
propiedades del ajo se deben a las sustancias de naturaleza azufrada aliina y ajoeno, de los que es importante prevenir
su degradación por los jugos digestivos. Por este motivo, la utilización del
polvo total de bulbo de ajo en cápsulas presenta un gran interés pues, además
de prevenir el mal aliento producido por su consumo, potencia su acción al
evitar la degradación de la aliína por los jugos digestivos.
ARTERIOSCLEROSIS
(Prevención): Ajo + Lecitina de
soja u Omega 3 (aceite de pescado)
HIPERTENSIÓN:
Ajo
+ Olivo
PARÁSITOS
INTESTINALES (Lombrices): Ajo
+ Aceite de semillas de calabaza
Utilización
en homeopatía – En distintas diluciones, existen
gotas para tratamientos de bronquitis crónica, trastornos digestivos, reuma,
dolores musculares y en los miembros. También existen diluciones como
preventivos contra el envejecimiento prematuro o para prevenir los efectos
degenerativos seniles.
El ajo
como remedio casero – El principal uso en medicina popular
son la senfermedades de las cías respiratorias. Para combatir la bronquitis y
la tosferina se administran preparados de esta planta: el zumo fresco, los
dientes triturados en leche con miel o zumos dulces preparados según antiguas
recetas. Se expone uno de esos remedios a continuación:
CÓMO
PREPARAR EL ZUMO DE AJO – Se machacan o pican muy finos 5
dientes de ajo y se mezclan con 5 cucharaditas de azúcar. Se añade agua, se
calienta hasta la ebullición y se cuela posteriormente a través de un paño. Se
distribuye la toma de este zumo a lo largo del día en varias tomas.
Las afecciones de los órganos digestivos en su
sentido más amplio son tratadas en medicina popular con ajo, siendo el modo más
frecuente de hacerlo el comerlos, siendo una dosis correcta de 5 a 10 dientes diarios, aunque, sinceramente,
esto está en retroceso debido al rechazo a su intenso olor, estando en aumento
el uso de cápsulas y grageas. Su consumo produce en la mayoría de las personas
un fortalecimiento general.
Efectos secundarios
Está
desaconsejado en el caso de hemorragias o menorragias debido a su efecto antiagregante
de las plaquetas, ya que pueden prolongar su duración o dificultar los procesos
de coagulación.
Una
ingesta prolongada y abusiva puede dar lugar a irritaciones del estómago que
cursan con dolores abdominales, náuseas, vómitos, diarreas, etc. Las personas
con el estómago delicado no deben abusar del consumo de ajos.
Empleo como condimento
Debido
a su efecto sobre el intestino y el estómago, el ajo resulta muy apropiado como
condimento. Los alimentos no solo se vuelven más digestivos, sino que además
mejoran en cuanto a sabor.
No
todas las personas reaccionan igual al ajo: Alguna personas toleran grandes
cantidades sin “oler” después, mientras que otras apenas lo toleran.
Es
exquisita una rebanada de pan tostado untado con ajo y con aceite por encima y
un poco de sal o un embutido o queso.
Resulta
un condimento excelente para todo tipo de ensaladas: un truco puede ser frotar
la fuente en la que se va a preparar la ensalada con un ajo partido.
Es
además un excelente condimento en sopas, verduras, salsas de todo tipo y con la
carne y el pescado.
Ni que decir tiene el papel tan importante que juega en nuestro beneficioso y sabroso
“sofrito mediterráneo”.
Valor nutricional por 100 g de ajo:
Parámetro
|
Valor
|
Unidad
|
Energía
|
149 / 623
|
Kcal / kJ
|
Proteínas
|
6,36
|
g
|
Grasas
|
0,5
|
g
|
Hidratos de carbono
|
33,06
|
g
|
Azúcares
|
1,0
|
g
|
Vitaminas
|
||
Niacina (Vitamina B3)
|
0,7
|
mg
|
Ácido Pantoténico (Vitamina B5)
|
0,596
|
mg
|
Piridoxina (Vitamina B6)
|
1,235
|
mg
|
Vitamina C
|
31,2
|
mg
|
Electrolitos
|
||
Sodio
|
17
|
mg
|
Minerales
|
||
Fósforo
|
135
|
mg
|
Calcio
|
181
|
mg
|
Magnesio
|
25
|
mg
|
Hierro
|
1,7
|
mg
|
Zinc
|
1,16
|
mg
|
RECETA – SOPA DE
AJO
1.- Se
cortan muy picaditos 5 ó 6 dientes de ajo grandes y se fríen en aceite de oliva
hasta que queden
ligeramente dorados.
2.- Se
añaden 3/4 de litro de caldo concentrado de carne y se deja que dé un hervor.
Se quita el recipiente del fuego y se mezclan dos claras de huevo.
3.- Las
dos yemas se baten en una taza con 2 cucharadas de vinagre y se incorpora
igualmente a la sopa. Se adereza con sal y pimienta y, poco antes de servir, se
completa con albahaca fresca o eneldo, tomillo o perifollo.
4.- Para
terminar, se llenan cuencos con trozos de pan negro tostado y luego se añade la
sopa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario