Su sabor,
deliciosamente dulce, y su textura crujiente y suave, hacen de este fruto un
auténtico manjar propio del final del verano. Además, sus polifenoles
contribuyen a hacer más lento el proceso de envejecimiento.
Aunque tiene
muchas propiedades nutricionales, la fama se la ha ganado por su alto contenido
en hidratos de carbono (12-19%), por lo que aporta energía saludable para
afrontar el otoño.
Contra la
osteoporosis –
4
higos nos proporcionan una media de 168 mg de calcio,
una cantidad importante si tenemos en cuenta que un vaso de leche contiene 200
mg. Esto lo convierte en un alimento recomendable para prevenir la pérdida de
masa ósea.
Barrera
para el colesterol – Destaca por ser una de
las frutas con mayor contenido en fibra. Su
fibra soluble protege el organismo del colesterol malo. Este tipo de fibra
logra retenerlo y, gracias a su efecto escoba, lo elimina del cuerpo a través
de las heces.
Saciante y
digestivo –
Por
su abundante fibra (de la cual, el 80% es insoluble) regula el tránsito
intestinal, suaviza las mucosas del tracto gastrointestinal y alimenta la buena
flora bacteriana.
Aporte nutricional –
Es
rico en potasio, por lo que conviene para bajar la presión arterial. También aporta
calcio, magnesio y pequeñas cantidades de vitamina A, C y del grupo B (B1, B3 y
B6).
Tratamiento
de belleza –
El
alto contenido de provitamina A del higo es muy beneficioso para la renovación
de la piel y las mucosas, estimula las defensas naturales y tiene acción
antioxidante. Por su olor suave y ligeramente dulce es muy apreciado como
materia prima en perfumería, y en la actualidad, forma parte de la composición
de numerosos aromas para la mujer.
¡Fuera verrugas! –
Su
uso más conocido, concretamente de la leche que suelta al arrancarlo de la
higuera, es la eliminación de las verrugas. Si se aplica durante varios días
puede ayudar a combatir el virus que las ocasiona y se acaban desprendiendo.
Se
potencia – Es mejor comerlo el día que se
compra. Los buenos higos pesan, están algo pegajosos y suelen agrietarse por la
base. Hay que elegirlos así y huir de los demasiado homogéneos. Si están
maduros se digieren muy bien gracias a la enzima cradina.
Mejor comprarlos justos – Lo ideal es
comérselos el día que se compran o que se recogen del árbol porque fermentan
enseguida. El frío de la nevera tampoco les favorece.
Los higos
ligan con casi todo –
Su
temporada es muy corta, pero son una delicia y ofrecen un sinfín de
posibilidades gastronómicas. Además de ser ideales para la elaboración de
mermeladas o confituras, el sabor de los higos combina muy bien con frutos
secos como las nueces, con quesos, pero también con jamón serrano y diferentes
variedades de lechugas, así que se puede recomendar como entrante o, incluso,
para preparar una salsa para acompañar carnes.
COMBINA CON QUESO
DE CABRA – Se es dado a pensar que es un fruto
calórico, pero no es así. Una forma exquisita de consumirlos es con queso de
cabra.
Un entrante delicioso –
Abrir
los higos por el centro y dividirlos en 4 partes como si fuese una flor. En su
interior, poner un poner un poco de queso de cabra parcialmente fundido y media
nuez.
Valor
nutricional por 100 g de higo:
Parámetro
|
Valor
|
Unidad
|
Energía
|
65,4
|
Kcal
|
Proteínas
|
1,31
|
g
|
Grasas
|
0,5
|
g
|
Hidratos de carbono
|
12,9
|
g
|
Fibra
|
2,02
|
g
|
Agua
|
80,3
|
g
|
Vitaminas
|
||
Vitamina A
|
0,01
|
mg
|
Vitamina B1 (Tiamina)
|
0,05
|
mg
|
Vitamina B2 (Riboflavina)
|
0,05
|
mg
|
Vitamina B3 (Niacina)
|
0,64
|
mg
|
Vitamina B6 (Piridoxina)
|
0,11
|
mg
|
Vitamina B9 (Folato)
|
6,70
|
µg
|
Vitamina C
|
2,7
|
mg
|
Electrolitos
|
||
Potasio
|
248,0
|
mg
|
Sodio
|
1,3
|
mg
|
Minerales
|
||
Fósforo
|
32,0
|
mg
|
Calcio
|
54,0
|
mg
|
Magnesio
|
20
|
mg
|
Hierro
|
0,6
|
mg
|
Zinc
|
0,3
|
mg
|
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