martes, 7 de febrero de 2017

ALCACHOFA


Dentro de ella se concentran vitaminas A y del grupo B, minerales como el hierro, calcio, magnesio, potasio y sodio, antioxidantes y algunas sustancias activas beneficiosas.

Hermosa – Ver una alcachofera es disfrutar de la visión de su hermosísima flor violeta. Por algo es prima del girasol y el crisantemo.
Buena pero no milagrosa – Es cierto que es ideal para controlar el peso gracias a que nos aporta sensación de saciedad, pocas calorías y a que tiene un efecto depurativo, diurético y laxante. Pero las dietas basadas exclusivamente en ella, ponen en peligro la salud por ser poco variadas y nada equilibradas.
Nutritiva – 100 g ofrecen el 22% de la fibra que se necesita al día y el 25% de vitamina C.
Cuida el hígado – Favorece la producción de bilis, fundamental para digerir bien los alimentos. Está recomendada para las personas que sufren ictericia y también para las que digieren mal las grasas. En su sabor amargo, lleno de matices, está la clave de sus propiedades: es rica en cinarina, un ácido que estimula la secreción biliar y ayuda a vaciar la vesícula. De ahí que descongestione el hígado, mejore la digestión y elimine sustancias tóxicas que circulan por la sangre.
 Depura y ¡previene el cáncer! – Recientes estudios revelan que los flavonoides y el ácido caféico de la alcachofa ayudan a prevenir el cáncer. Además al parecer, ciertos compuestos amargos en ella, como la cinarina, disminuyen la formación de colesterol e incrementan su expulsión mediante la bilis.
Algunas recomendaciones de preparación – Su sabor se potencia rociada con zumo de limón. Para elegir alcachofas un truco es apretarlas cerca del oído: si crujen, es que están frescas.  Para que no pierdan sus propiedades, una vez cortadas se frotan o rocían con zumo de limón, así se evitará que ennegrezcan y se conservarán mejor sus nutrientes.
 En ensalada: Mejor usar los corazones, más tiernos, en crudo y aliñados con aceite. 
Asadas o al vapor: Dejarlas enteras para que queden tiernas por dentro. Se pueden aromatizar agregando hierbas aromáticas para darles otro sabor, como hierbabuena, una ramita de romero o tomillo.
Al plato: Cortar la alcachofa en láminas y pocharlas en agua con un poco de limón y aceite. Servirlas con un lecho de almejas o berberechos al vapor.

Un bol comestible: Cortar las hojas, retirar los hilos y colocarlas en una bandeja de horno con un vaso de agua para crear una base húmeda. Una vez cocidas, rellenarlas con una mezcla de setas de temporada y con queso, aliñar al gusto y devolverlas al horno para rematar el plato.
Información nutricional por 100 gramos:
Principio
Valor
Unidad
Energía
47
Kcal
Hidratos de carbono
10,5
g
Fibra alimentaria
5,4
g
Grasas
0,15
g
Proteínas
3,27
g
Vitaminas
Vitamina A (Retinol)
185
UI
Tiamina (Vitamina B1)
0,072
mg
Riboflavina (Vitamina B2)
0,066
mg
Niacina (Vitamina B3)
1,04
mg
Ácido Fólico (Vitamina B9)
68
µg
Vitamina C
11,7
mg
Vitamina E
0,19
mg
Electrolitos
Sodio
94
mg
Potasio
370
mg
Minerales
Calcio
44
mg
Hierro
1,28
mg
Magnesio
60
mg
Zinc
0,49
mg
Manganeso
0,25
mg
Fósforo
90
mg
Selenio
0,2
mg
Cobre
0,23
µg

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